Cosas que odio de los juegos de rol.

Algo que suelen pedirme los dos o tres seguidores que tengo (entre los cuales no están mis padres, que bastante tienen con preguntarse qué error cometieron conmigo), es que cuente de dónde saco las ideas para escribir mis artículos.
Pues la verdad (ya lo habéis conseguido, pesaos) es que salen todas de mi infancia y sus contradicciones, de anécdotas y traumas, como aquella vez en la que una gitana le dijo a mi madre que yo, en un futuro, iba a conseguir grandes logros.